NGURUNFINDA

Ngurunfinda o Gurunfinda es el Mpungo de la naturaleza; es curandero, hechicero y herboristas, es el gran conocedor de todos y cada uno de los secretos de la madre naturaleza y del monte. Es el que utiliza las hierbas y sus poderes para garantizar el bienestar y la salud. Esta deidad en el Palo Monte Mayombe trae luz, evolución y suerte a donde quiera que vaya, pero sobre todo trae salud. A él también se le reza para que la sombra de la enfermedad se vaya lejos del hogar, pues la energía que posee a su paso trae consigo salud y bienestar. En algunos lugares se le conoce con otros nombres como Yambaka o Bután Seké, es el equivalente al Osaín de los Yorubas y Ararás, y al Nsakó de los Abakuá.

Gurunfinda es el padre de toda la tierra y dueño de esta, domina todos los recursos naturales y también los minerales ya que provienen de la misma tierra, y todo lo relacionado con lo que permita mantener y florecer la vida. Muchos recurren a él, a través de las plantas, para curar las enfermedades. Es una deidad sumamente especial: sólo los sabios o aquellos a quienes se les considera dignatarios de estos espíritus pueden dedicarse a su culto. De acuerdo con los caminos que el oficiante le dé, así́ habrá́ una o más entidades que trabajen para su dueño. Su símbolo es un güiro o jícara en forma circular que se cuelga encima de un fundamento. Existe un Tratado de Gurunfinda que recoge las hierbas y sus poderes empleados en los distintos rituales del Palo Monte Mayombe.

Su forma más natural es la de dos raíces retorcidas, con las cuales se hace un bastón con el que se baila y se despoja in situ. Este garabato que así es como se le llama, debe ser de guayabo o de yamao.

Ngurunfinda es propio de todos los pueblos de África, que lo adoran bajo diversos nombres. Lydia Cabrera lista algunos de los que se le dan genéricamente a los espíritus que habitan en estas ngurunfíndas, dependiendo del sitio de donde provienen: si del monte, Simbi o Yimbi; de las aguas (ríos y lagunas) Mbuiri o Nkisi Masa; de Madre de Agua, Nkisi Mbumba; de Padre de Agua, Kisimbia Kimasa; de la manigua, Nkisi Minseke. 

Su poder abre caminos en las diversas situaciones de la vida de los religiosos, ya sea en el amor, el dinero, la familia y sobre todo las salud, pues es un curador poderoso. Protege de los rituales malvados y malintencionados , destruye enemigos, malos ojos, malas lenguas y envidias que obstruyen el éxito y la prosperidad. Es un mpungo que ayuda en la necesidad, brinda salud en la enfermedad y gozo en la tristeza, su luz ayuda al desamparado, porque su conexión con la madre tierra conecta a los seres con su espiritualidad.